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PatiPati

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Sky LineCapvespre

 

Topant de cap en una i altra soca,
avançant d’esma pel camí de l’aigua,
se’n ve la vaca tota sola. És cega.
D’un cop de roc llançat amb massa traça,
el vailet va buidar-li un ull, i en l’altre
se li ha posat un tel: la vaca és cega.

Joan Maragall i Gorina. La vaca cega (fragment).

Migdiada I

 

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros
cantando;
y se quedará mi huerto, con su verde árbol,
y con su pozo blanco.

Todas la tardes, el cielo será azul y plácido;
y tocarán, como esta tarde están tocando,
las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;
y el pueblo se hará nuevo cada año;
y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,
mi espíritu errará, nostálgico…

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol
verde, sin pozo blanco,
sin cielo azul y plácido…
Y se quedarán los pájaros cantando.

Juan Ramón Jiménez. Y yo me iré…

Unforgiven, originalmente cargada por cuellar.

 

UN LUGAR LLAMADO EL CARAJO

Uno va a El Carajo como aquél que va a Comala, sin saber muy bien a qué. Alguien le dijo a uno que debía ir y va, sencillamente. Pero quien llega a este lugar no consigue recordar el motivo por el cual está allí.

El Carajo no se ubica en ningún sitio geográfico concreto, es un lugar solitario, fronterizo, rodeado por el desierto, un lugar de destierro. El Carajo en efecto, es lugar de frontera, lugar de gentes sin pasado ni presente ni futuro. Lugar de solitarios, de misántropos y desheredados.

En El Carajo existe sólo un edificio, es el Saloon, donde acuden a refugiarse los desterrados. Una barra de bar sin barman, un piano desafinado, un pianista escuálido que toca siempre la misma canción y un pequeño teatro donde las coristas, que mascan chicle sin parar, bailan un cancán repetitivo, moviendo las piernas al descompás.

Nadie habla, no hay lenguaje, no existe la palabra en El Carajo, sólo hablan las miradas extraviadas, indiferentes o llenas de odio. Nadie ha nacido nunca en El Carajo, no es un lugar para nacer, es un lugar para morir y muchos ya están muertos y no lo saben. Estos últimos se quedan allí para siempre.

De ese extraño lugar sólo hay una forma para escapar: cruzando la frontera. Quien desee cruzar la frontera de El Carajo debe saber el santo y seña apropiado y pronunciarlo ante el sheriff, que vigila sin descanso. Cada cual debe adivinar su contraseña, para cada cual una distinta y propia. Y esto es lo que hacen los desterrados de El Carajo, meditar la palabra exacta, la clave que les liberará de su mal destino. Piensan en ello día y noche, obsesivamente…

Alguien, de vez en cuando, consigue escapar de El Carajo, cuando comprende cual es su santo y seña exacto. Entonces acude al sheriff, pronuncia la palabra correcta y con un saltito basta; un saltito… y el horizonte se abre frente a él.

 © Texto lavacacega

ensayo sobre poesía


cualquier momento es bueno.
pero no con prisa. hay que hacerlo
lo más despacio posible, con sentimiento y delicadeza.
hay que considerar y abarcar
todos los detalles, todos los arabescos
hechos con precisión de filigrana.
hay que considerar el grado de humedad,
tensión y delgadez de la piel. el coeficiente de fricción.
las diferentes cualidades y preferencias de la personalidad,
los amores de la juventud, los mensajes cifrados
que se esconden en las cartas de amor, las escrituras secretas.
pensamientos ciertamente obscenos. la sensibilidad
de los lóbulos de las orejas y de las yemas de los dedos.
el placer de acariciar, que nos parece tan
natural. el ritmo de las pestañas. todo casual, fortuito
e imprevisible, dependiendo de una fuerza superior
y escondido en el lenguaje de la hierba. el sonido del jazmín
en las tazasverdeclarasdeporcelana china,
pan fresco y calentito con mermelada.
buenos días mañana de sábado sobre espalda desnuda.
esto no es un dragón verdadero.
la poesía es aglutinación.

Tone Skrjanec

©Traducción Pablo Juan Fajdiga

© Fotografia lavacacega

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MERMELADA 3 MERMELADA 2

MERMELADA 1 BODEGÓN 1

Natura